Carpaccio de ternera con queso parmesano

El carpaccio lleva de moda varios años. Y es que no hay local que se precie que no tenga en su carta alguna de las numerosas variedades de carpaccio que se pueden hacer de carne o pescado. Pero, ¿es tan fácil hacerlo en casa? Aparentemente si lo es, pero ten en cuenta que lo simple, en cocina, termina siendo más complejo de lo que parece. Y si no, pensemos lo difícil que es conseguir unas buenas gambas cocidas, en su punto de sal, o cómo hacer pescaito frito sin que salga aceitoso o excesivamente enharinado. Valgan estos ejemplos, de los que hablaremos en próximos post, para iniciar nuestra receta de Carpaccio de ternera rociado de queso parmesano.

Para hacer un buen carpaccio de ternera necesitaremos una buena carne, un excelente cuchillo y una gran mano y pulso para cortar muy finas cada una de las lonchas. También tiempo para medio congelar la carne, espacio en nuestro congelador o incluso una máquina cortadora de fiambre que sustituya parte de nuestras habilidades. ¿Tenemos todo eso? Tiempo, dinero, habilidad...

Para los que carezcan de alguno de esos atributos o tengan un sentido ciertamente práctico en la cocina, hoy voy a dar una solución para hacer un 'correcto' y vistoso Carpaccio de ternera con queso parmesano en menos de 2 minutos.

INGREDIENTES
- 100 gr. Carpaccio de ternera
- 20 gr. Queso parmesano
- Aceite de oliva virgen extra (Un chorreón)

PREPARACIÓN
1) Vas al supermercado, compras un pack de Carpaccio, que hoy en día venden en casi todos al módico precio de 3€ -incluye carne y queso-, y te vuelves tan ricamente a tu casa.

2) Abres el paquete y muy cuidadosamente, aquí está lo 'complicado' de la preparación, separas cada una de las lonchas con el filo redondeado de un cuchillo y las colocas en el plato. Si son dos comensales, yo opto por vestir directamente dos platos. En cambio, si lo pones de aperitivo para cuatro, pues no da para más personas, lo colocas en una bandeja o plato grande para que no resulte ridículo el servicio por persona.

3) Una vez en el plato, lo bañas con el queso parmesano (Parmigiano Reggiano) que viene en una bolsita, y culminas con un chorreón de aceite dispensado con un biberón de cocina.

OBSERVACIONES
- Imagino que ya serán muchos los que opten por este recurso para sus mesas. Para los que no, ahí va esta idea más que receta, con la que quedarás muy bien en toda cena.