Trabajosa pero suculenta tarta de chocolate negro, con leche y blanco, muy difundida por internet, que en Cocina con Aníbal hacemos con menor cantidad de ingredientes para poder degustar en cualquier momento y con menos comensales
- 75 gr. Chocolate negro
- 75 gr. Chocolate con leche
- 75 gr. chocolate blanco
- 50 gr. Azúcar
- 375 ml. Nata líquida
- 375 ml. Leche
- 3 sobres de Cuajada
- 16 Galletas María
- 35 grs. Mantequilla
PREPARACIÓN
1) Lo primero que tenemos que hacer es la base de la tarta. Para ello, ponemos en un cazo los 35 gr. de mantequilla para que se derrita. Mientras, metemos las galletas en la batidora, si tenemos el accesorio de picado -ese que tiene tapa- o es una batidora de vaso mucho mejor. Pues así evitaremos que se nos llene de trocitos de galleta toda la cocina. Bueno, pues batimos al máximo las galletas, hasta hacerlas polvo, las echamos en un bol y mezclamos muy bien con la mantequilla derretida. Vierte la mezcla en un molde desmontable. Ten en cuenta que la base debe quedar uniforme y bien compacta, para lo que nos valdremos de una cuchara grande con la que ir presionando e igualando. Y ahora metes el molde en el frigorífico para que se haga más dura y comptacta. Por cierto, no te pierdas este pequeño truco que facilitará el desmoldado de la tarta y la posterior limpieza del molde.
2) Ahora toca comenzar a hacer la primera de las tres capas de chocolate. Todas se harán de manera similar. Echamos en un cazo 125 ml. de leche, 125 ml. de nata, 30 gr. de azúcar y los 75 gr. de chocolate negro. Lo ponemos a fuego medio-bajo y esperamos a que el chocolate se derrita completamente. Debes ir removiendo para evitar que se pegue. Mientras, echas un poco de leche en un bol y disuelves muy bien el primero de los tres sobres de cuajada, evitando que quede grumo alguno. Cuando veas que ya está el chocolate hecho, añades la cuajada, remueves bien, sacas el molde de la nevera y, con mucho cuidado, distribuyes el chocolate sobre la galleta. Luego, vuelves a guardarlo enel frigorífico.
3) Llega el turno de la segunda capa. Así que echamos en el cazo 125 ml. de leche, 125 ml. de nata, 20 gr. de azúcar y los 75 gr. de chocolate con leche. Y hacemos exactamente lo mismo que antes. Sólo tienes que tener en cuenta que es menos azúcar y que el chocolate, al ser menos espeso, se hará mucho más rápido. No te olvides de la cuajada y de volcar, con mucho más cuidado que antes, esta segunda capa sobre el chocolate negro. Puedes ayudarte de una cuchara, que pondrás entre medio del cazo y la base de la tarta, para que todo el chorreón de chocolate caliente no caiga directamente en ella y pueda agujerearla. Vuelves a meterla en el frigorífico.
Una vez hecho, metes en el frigorífico y esperas hasta el día siguiente para desmoldar y comer. Está riquísima y queda muy estilosa.
OBSERVACIONES
- SI es cierto que una de las grandes ventajas de esta tarta es que no necesita horno, también lo es que una de sus grandes desventajas es que tienes que ir haciendo capa por capa. Lo que aparentemente la hace muy entretenida y te quita las ganas. Yo te animo a que la hagas y no desesperes. El principio puede resultar algo pesado, pero después todo es coser y cantar y el resultado merece la pena.
- Yo he utilizado un molde de metal desmontable de 20 cm. de ancho. Si quieres que cada una de las capas te salga más ancha, puedes probar con un molde de diámetro inferior.
- Esta tarta sale bastante grandecita, pero si necesitas una mayor, para más comensales, para una fiesta... únicamente tendrás que duplicar los ingredientes, a excepción de la cuajada. Te los adjunto y así te facilito la tarea: 150 gr. Chocolate negro, 150 gr. Chocolate con leche, 150 gr. Chocolate blanco, 125 gr. Azúcar, 750 ml. Nata líquida, 750 ml. de leche, 3 sobres de Cuajada, un paquete de Galletas María y 70 gr. Mantequilla.
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