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El queso: beneficios y precauciones

Queso Gameneu
El queso es uno de los lácteos más rico y apetecible para nuestro paladar. España es una gran consumidora de quesos, pero también una importante productora. 

Del norte al sur del país son innumerables los fabricantes de unos manjares de lo más variados y sabrosos. Quesos para todos los gustos de los que hoy conoceremos, fundamentalmente, algunos de sus beneficios para la salud, unas cuantas precauciones a seguir en su consumo y, también, algún que otro truquito de conservación.


El queso es un alimento  elaborado a partir de la leche cuajada de vaca, cabra u oveja. Aunque también de búfalo, camello u otros mamíferos rumiantes que aquí, en España, no son excesivamente comunes.

El queso y la salud
Su riqueza en vitaminas A, D y B hace que su consumo nos ayude a protegernos de infecciones, a cuidar nuestra piel y a mejorar la cicatrización de heridas. Además de favorecer el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.

También es rico en proteínas, calcio y fósforo, algo necesario para la remineralización ósea.

Asimismo, estudios en el campo de la Odontología afirman que el queso ayuda en la prevención de caries y otras enfermedades. Incluso, algunos, estimulan el flujo salival, ayudando a limpiar la boca de restos de alimentos.

Todo esto hace que su consumo sea muy beneficioso, pero más aún para lactantes, niños, y mujeres con menopausia. Y es que en estas etapas de la vida es muy aconsejable tomar 4 raciones de lacteos diarias entre las que se incluyen, evidentemente, derivados como el queso.

El queso y el embarazo
Muchas son las embarazadas que ponen en duda la ingesta de queso. Pero la realidad es que se estima que para una mujer gestante es conveniente consumir entre 2 y 4 raciones de lácteos diarios entre leche y sus derivados, ya que el aporte de calcio es muy importante para el desarollo del esqueleto del niño.

Una precaución que debe tenerse siempre en cuenta es que el queso esté elaborado con leche pasteurizada, para prevenir la listerosis, que es una infección con graves consecuencias para el desarrollo fetal. 

Respecto a qué tipo de queso es más conveniente tomar, decir que el consumo de fresco es muy bueno en este estado. Los curados tienen una pega, y es que multiplican su valor calórico en relación con los frescos, por lo que el consumo debe ser relativamente limitado.

Precauciones a tener en cuenta
Cuidado con los que piensan que por cenar un poquito de queso se está haciendo una cena ligera y, sobre todo, poco calórica. Hay muchos quesos que engañan y tienen bastante más grasas y calorías de lo que podemos imaginar:

- Queso graso: 60% de grasa 
- Queso semi graso= 45% de grasa
- Queso desnatado: 10% de grasa 

La proporción de materia grasa y suero en la composición del queso es lo que hace que tenga más o menos calorías. 

Dicho esto, habrán de tener precaución y moderación en su consumo las personas con exceso de peso u obesidad. También las que padezcan enfermedades cardiobasculares e intolerancia a la lactosa.

Incluso deberán reducir su consumo las personas que tengan migraña. Esto se debe a que la alta concentración de aminas biógenas presentes en algunas quesos pueden vasodilatar e inflamar las arterias de nuestro cerebro, lo que se traduce en dolores de cabeza. Por lo que la mejor opción para los que padezcan migrañas siempre será el queso fresco o la crema de queso.

Interrogantes frecuentes
- Ni tema ni dude a la hora de calentar el queso. Éste ni pierde propiedades ni su consumo posterior aumenta el colesterol.

- La unión de queso y fruta es una gran elección. Ya saben el dicho de 'Uva y queso sabe a beso'.

Trucos de corte y conservación
La quesera es una de las mejores opciones para conservar el queso. El problema está en que al estar cerrada herméticamente muchas veces hace que algunos quesos creen moho. ¿Cómo solucionarlo? Pues fácilmente. Pon junto al queso un puñado de sal, azúcar o arroz. Esto hará que absorba la humedad y, por tanto, evitará que el queso se ponga mohoso.

Y olvídate de guardarlo en papel film, pues favorece la aparición de hongos.

Para un corte perfecto o casi perfecto moja la hoja del cuchillo en agua caliente o templada. Y para librarnos de su olor en el frigorífico, introduce un trozo de carbón.

Y recuerda, lo ideal es sacar el queso del frigorífico 2 horas antes de consumirlo para que tenga todo su sabor.

Aprovechar el queso que se nos queda duro
¿Qué hacemos con el queso que se nos ha quedado duro en un rincón recóndito de la nevera?

Bueno pues una de las opciones es rallarlo. Otra alternativa es macerarlo. Te explicamos cómo: Corta el queso en taquitos y cúbrelo de aceite de oliva. Añade si quieres entre 25 y 50 gramos de tomillo, le dará un buen sabor y aroma. Deja macerar en un lugar oscuro o en el frigorífico en torno a dos meses. Transcurrido el tiempo tendremos un gran queso, de mejor categoría y calidad.

¿Te animas a cocinar con queso? Pues visita nuestra sección Para los amantes del queso.
Cocina con Anibal , Actualizado en: 9:56

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