¿Has probado alguna vez unos buñuelos hechos con las patatas que agregamos al puchero o a un caldo de pollo? Es una forma de aprovechar, en un segundo plato, unas simples patatas hervidas pero enriquecidas en sabor por el caldo y los avíos con que se elabora. Algo muy útil en tiempos de crisis.
Además, puedes introducir alguna que otra verdura junto a las patatas y al ir todo majado y frito los niños se los comerán encantados sin saber que los buñuelos incluyen las 'siempre odiadas verduras'.
INGREDIENTES
- 2 Patatas medianas
- 1 Puerro (Opcional)
- 1 Zanahoria (Opcional)
- 1 Huevo
- Ajo molido
- Perejil
- Sal
- 4 Cucharadas de Pan rallado
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN
1) Lo primero que tenemos que hacer es rescatar del puchero o el caldo de pollo las dos patatas medianas ya hervidas y enriquecidas con todos los avíos con el que elaboramos dicha sopa. Si quieres, igualmente puedes sacar un puerro y una zanahoria, que harán más nutritivos nuestros buñuelos.
Bueno pues majamos bien las patatas y las verduras -ayudados de un tenedor-.
2) Ahora bate un huevo y agrégalo y mézclalo con las patatas. Añade asimismo ajo molido, un poco de perejil picado, sal y el pan rallado. Mueve todo muy bien.
3) Ayudado de dos cucharas vas haciendo los buñuelos redondeados, con forma de tortillita o de croqueta, como veas; y los vas friendo en aceite bien caliente hasta que se doren. Si quieres que te salgan perfectos y nada aceitosos no te pierdas nuestros Consejos para hacer frituras perfectas.
Saca del aceite, deja escurrir bien y a la mesa. Puedes comerlos solos o acompañando, por ejemplo, a una carne. Además, si te sobran, pruébalos fríos, pues también están muy ricos.
Salen entre 15 y 20 buñuelos. El número dependerá del tamaño de las patatas y de lo grandes que los hagas.
OBSERVACIONES
- Evidentemente este plato puede hacerse simplemente con dos patatas hervidas en agua. Sólo que lo ideal es elaborarlo con patatas cocidas en sopa o puchero, pues además de rentabilizar el tiempo de cocción llevarán más sabor gracias al caldo.
- Si te resulta más cómodo, puedes comprar el pan rallado que ya viene aderezado con ajo molido y perejil. Aunque si no te suelen gustar mucho dichos sabores, también puedes directamente suprimirlos.
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