Cuajada casera

Cocina con Aníbal Cuajada casera
La cuajada es un postre tradicional que se elabora de manera aparentemente sencilla con tan sólo dos ingredientes, leche y cuajo. Es comercializada por casi todas las marcas de lácteos, pero ninguna ha llegado a conseguir el verdadero y sabroso sabor que tiene la cuajada casera. 

La primera que yo probé hecha en casa fue en San Sebastián. Fue entonces cuando comprendí por qué este postre había conquistado durante años. Fue cuando supe los verdaderos encantos de la cuajada. Ahora, incluso con los contras que tiene su elaboración, porque los tiene, os invitamos a que probéis a hacer vuestra propia cuajada casera y veréis como nada tiene que ver con las envasadas que venden en los supermercados.

INGREDIENTES
- 1 L. Leche fresca entera de Vaca de baja o suave pasteurización
- Cuajo natural

EXPLICACIÓN INICIAL
La elaboración de la cuajada es aparentemente de lo más sencilla. Únicamente debes mezclar leche templada con unas cuantas gotas de cuajo. Dejas reposar y una vez cuajada la leche y tras unas horas de frigorífico, ya está preparada para degustar. 

Esta sencillísima elaboración no es en realidad tan simple, pues ni es fácil encontrar los originales ingredientes ni tampoco conseguir la exacta temperatura para que cuaje la leche. Así que tras varias pruebas y experimentaciones, en Cocina con Aníbal os vamos a contar cómo la hemos hecho nosotros, los ingredientes usados y los tiempos de cuajado.

- La leche: Debe ser obligatoriamente leche fresca y entera; y preferiblemente de oveja, pero como no es nada fácil encontrarla, hemos optado por Leche fresca de vaca con suave pasteurización, porque si la pasteurización es alta no cuaja. Lo ideal sería no pasteurizada, pero esa está prohibido venderla. 

- Cuajo: Debería ser cuajo animal, pero como tampoco se puede vender, adquiere cuajo natural de venta en farmacias.

- Termómetro: Necesitas un termómetro para medir la temperatura de la leche. Puedes hacerlo a ojo, pero será una cuestión de suerte que termine cuajando.

PREPARACIÓN
1) Ponemos a calentar la leche. No hace falta que hierva al estar pasteurizada, así que enciendes el termómetro y una vez alcanzados los 50ºC apartas.

2) Ahora echa la leche en una jarra. Ten en cuenta que la medición de la leche en el cazo que pusimos al fuego no es real, pues el propio cazo mantiene una temperatura elevada. Así que una vez en la jarra introduce el termómetro.

3) El cuajo que hemos adquirido cuaja la leche a 40ºC (Viene escrito en el propio tarro). Nosotros vamos a echarlo en unos tarros individuales de barro, pero cuando la leche esté a 45ºC.

4) Una vez adquirida la temperatura, echamos la leche en los tarros y cuatro gotitas de cuajo por cada envase individual. Movemos con una cuchara para que el cuajo impregne toda la leche y tapamos inmediatamente con un film transparente, para que la leche mantenga la temperatura y facilite el cuajado. 

5) Cuando veas que la cuajada ya ha adquirido cuerpo, déjala sin mover una media hora. Introduces en el frigorífico y transcurridas unas horas ya estará perfecta para degustar. Hazlo con miel o azúcar y, si quieres, coronada con nueces.

OBSERVACIONES
El sabor de nuestra cuajada no será igual que la elaborada con una buena leche de oveja, aunque como comentamos al principio, si mejorará bastante el sabor de la cuajada comercial. Una vez que le cojas el punto, ya verás lo sencillo que resulta hacerla y cómo repites más de una vez.

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