Mi madre siempre recuerda aquellas tardes, previas a la Semana Santa, en la que se reunían en casa, con sus hermanos, madre y amigos para hacer 4 o 5 kilos de pestiños. Cuando me cuenta cómo lo pasaban, lo que se divertían y se reían haciéndolos, cómo se iban comiendo muchos de ellos conforme salían de la sartén... se le ilumina la cara. Esos buenos momentos que vivimos, esas pequeñas cosas son las que hacen que la vida sea mejor; y que pasados ya muchos años, sigan poniéndote en la cara una sonrisa llena de felicidad y nostalgia.
Los pestiños son unos dulces sencillos, económicos y llenos de tradición. Típicamente andaluces, suelen prepararse en Navidad y Semana Santa. Eran una cuenta pendiente en Cocina con Aníbal, quizás porque no somos demasiado amantes de la miel. Pero hay que reconocer que estos que aquí os traemos salen riquísimos -suaves y hojaldrados-, están hechos en familia, con amigos y mucho amor. Así que esperamos que os animéis a hacerlos y os gusten tanto como a nosotros.
INGREDIENTES
- 250 ml. Aceite de oliva suave
- La piel de 1 Limón (Sin la parte blanca)
- 1 puñadito de Matalahúva o Anís
- 2 cucharaditas de Ajonjolí o Sésamo
- 1 kilo Harina de Repostería
- 1 cucharadita rasa de Sal
- 250 ml. Vino blanco de Jerez
Para recbozarlos
- 1/2 l. Miel
- 50 ml. Agua
- Azúcar
- Canela en polvo
PREPARACIÓN
1) Calienta el aceite de oliva en una sartén, echa y fríe un poco la piel del limón. Añade la matalahúva y el sésamo. Mantén al fuego en torno a un minuto, aparta y deja enfriar. Esto le dará aroma y cierto sabor al aceite.
2) Ahora, sobre una superficie limpia y lisa, hacemos una especie de volcán con la harina y en el centro echamos la sal, el vino y el aceite en el que freímos el limón, ya sin la piel.
3) Amasamos primero durante unos minutos para agultinar y mezclar bien todos los ingredientes. Lo hacemos hasta conseguir que la masa tome la consistencia adecuada para trabajar. Seguidamente comenzamos a amasar en torno a 15 minutos, puñeándola de vez en cuando hasta que la masa quede suave y fina. Forma una bola, tápala con un paño y déjala reposar en torno a 15 o 20 minutos. No más, porque si no endurece y es más difícil trabajarla.
4) Mientras, echamos la miel en un cazo, añadimos el agua y ponemos al fuego hasta que hierva. Dejas unos 10 minutos a fuego lento, apartas y reservas. Como vamos a rebozar unos con miel y otros con azúcar y canela, pones por otro lado un gran bol con azúcar y canela - que se vea la canela, ¿eh?-, mezclamos bien y también reservamos.
5) Bueno, pues es hora de comenzar a darle forma a nuestros pestiños. La idea es conseguir una masa fina, hojaldrada, nada de pestiños mazacóticos. Así que saca la masa, comienza a amasar, le das forma de un canuto alargado y vas cortando porciones que estiras con un rodillo hasta conseguir que quede un rectángulo de masa muy fina de unos 21 centímetros de largo por 14 de ancho. Más o menos vamos.
Ahora cortas los filos desiguales. De esa plancha te salen 6 cuadrados de unos 7x7 centímetros. Unes los lados opuestos de cada cuadrado. Aprieta y pega bien en el centro para que al freírlos no se separen y vas reservando. Los recortes de los bordes los vuelves a unir a la masa sobrante y así sigues haciéndolo hasta que los tengas todos.
6) Finalmente pones una buena cantidad de aceite en una sartén, ya que al freírlos deben flotar para que no se quemen. Y una vez el aciete caliente, pero no humenate, a freír por los dos lados. Sacas, dejas escurrir sobre papel de cocina y todavía calientes o templados los metes unos en la miel; y los otros los embadurnas de azúcar y canela.
Salen en torno a 175 pestiños medianos. No son ni los grandes que se hacían antes ni los pequeños que se han puesto de moda ultimamente. Tienen un tamaño ligero y perfecto para comer en dos bocados.
Es bastante más fácil hacerlos que explicarlo. Así que manos a la obra
¡Ah!, por cierto, seguro que diréis, ¿pero qué hago yo con tanto pestiño? Pues... como se conservan muy bien, ya tienes para toda la Semana Santa. Así podrás agasajar al que pase por casa con unos dulces muy típico de estas fechas y del que todos terminan picando.
También puedes regalar a la familia, a los amigos o llevar al trabajo. Seguro que te lo agredecerán y quedarás 'Como1Reina'.
En cualquier caso, si no quieres hacer tantos, puedes preparar la mitad, con la mitad de ingredientes que te hemos dado. Aunque no reduzcas ni el limón, ni la matalahúva ni el sésamo.
OBSERVACIONES
- Lo ideal es hacer los pestiños entre dos o tres personas. Así mientras uno hace lo pestiños, otro los va friendo sobre la macha y el tercero va embadurnándolo de miel o azúcar. Además, es bastante más divertido. En cualquier caso también los puedes hacer solo, ¿eh?
- Respecto al vino, decirte que lo mejor es que sea un buen vino fino de jerez, pero si no tienes, puedes sustituílo por otro más corriente.
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